Al Aire, Libre fue un proyecto de arte público entre el 16 y 17 de Mayo de 2020, durante los confinamientos en nuestro país. El curador brasileño, Tiago de Abreu estaba de paso en Chile cuando quedó confinado sin poder volver. En eso, convocó a más de 70 artistas para hacer una exhibición en la ciudad. Consistió en una exposición efímera en Chile de obras físicas que se conectaran con el espíritu del proyecto, a pesar de estar alejadas una de la otra en el contexto de la cuarentena. Esta entrevista fue escrita colectivamente con más de 40 personas que formaron parte del proyecto.
Por Equipo Ch.ACO
Si bien la exposición terminó, el proyecto no ha finalizado. Tiago de Abreu se encuentra escribiendo un libro sobre su experiencia como curados de Al Aire, Libre, la cual involucró a más de 200 colaboradores, además de los más de 70 artistas. Además, cuenta que se está realizando un documental sobre la experiencia.
¿Cómo fue la experiencia trabajando en el proyecto Al Aire, Libre?
¿Qué nos queda de estas experiencias? ¿Será una posibilidad de permanecer en un contexto y tiempo determinado? ¿Una marca que puede durar mucho tiempo o para siempre? ¿Qué lugar ocupa lo público? ¿Cómo trazar un espacio? ¿Dónde limita el espacio privado? Éste es infinito e integra el rol de lo público en tierras del encierro. Dentro de los procesos me propuse (y nos propusimos) distinguir, un espacio interior y otro exterior. Lo que se tradujo en quietud y desplazamiento.
En ambos, mí (y nuestro) cuerpo está por debajo, descubriendo otra superficie. La de mí (y nuestro) cuerpo interior y exterior. Tuve (y tuvimos) mucho miedo en el proceso creativo la verdad, porque era la primera vez que me (y nos) enfrentaba (y enfrentábamos) a una pérdida de control absoluta sobre mí (y nuestro) propio trabajo. Me costó (y nos costó) más que otras veces decidir qué hacer, qué camino tomar. Mostrándose hacia el exterior, una forma de señalar el confinamiento y la tragedia que éste conllevaba. Expusimos la obra que nace desde el espacio íntimo para instalarse en un contexto de arte público, mostrando la naturaleza del trauma y del recuerdo infatigable de nuestras fobias.
"A diferencia de muchas otras iniciativas que digitalizaban la exposición o puesta en escena de la práctica artística, al aire, libre, buscaba recuperar la experiencia física"
¿Cómo nace este proceso e idea? ¿qué implicó?
Es un proceso que ocasiona inestabilidad, sutilmente muestra marcas, cicatrices. Sentirse conectado con varios creadores que al mismo tiempo estaban activando sus proyectos en diversos puntos del país, con dificultades similares a raíz de la pandemia. Ser convocados por un curador que se estaciona en Chile casualmente en plena pandemia. Visibilizar acciones en pandemia, y a diferencia de muchas otras iniciativas que digitalizaban la exposición o puesta en escena de la práctica artística, al aire, libre, buscaba recuperar la experiencia física. El último acto de voluntad de existir a minutos de entrar en cuarentena. El sentido de no perder el contacto con la ciudadanía, un trabajo a ciegas, no saber porque lado iban las demás propuestas la generosidad de los amigos, de mis amigos, a través de nuestra voz en medio del silencio. Armar una estrategia de montaje de la obra en situación de pandemia. La confianza generada hizo que el proyecto se desarrollara de manera honesta y experimental, trabajando con las cosas que tenía a mano, lo que le dio una frescura y espontaneidad al momento de tomar decisiones y marcar acentos en la idea fuerza del trabajo.
A la vez que decidí (y decidimos) darle una vuelta de sentido al objeto que había construido, y un montón de otras cosas. Crear algo en un tiempo muy breve, cuatro o cinco días, un plazo mínimo y exacto para realizar lo que se pedía. Este pequeño gesto, fue significativo. Desde el conjunto de personas que plasmaron su arte de modo espontáneo e intuitivo, cómo este producto que se ha generado, vuelve a replicar las emociones que lo motivaron, al ser expuesto en un espacio y un tiempo que parecen detenidos, inertes.
La idea de participar con un trabajo “enterrado”, que no se viera pero que estuviera presente por el registro nos parecía muy divertida y trágica al mismo tiempo. Desvincularse de la idea de exhibición como vitrina de obra para recogerse al territorio continente, señalar zonas con gestos de apropiación, de breves recorridos que responden al hastío de la repetición, no solo del cotidiano sino del accionar artístico. Fue este breve tiempo el que me obligó (y nos obligó) a pensar algo que representara este tiempo de conflicto donde la represión fue reemplazada por el miedo (el miedo que se plantea desde el relato como acción en resistencia). Me lleva (y nos lleva) a pensar en la idea de lo singular, en tiempos en donde veo imponerse el poder de las masas y de lo igual.
"Significó encontrar una salida artística para un momento de mucha intensidad subjetiva y colectiva"
¿Cómo se diferencia Al Aire, Libre, su conexión con la ciudad, de otras exposiciones?
El tedio es lo de menos en estos tiempos, el más pequeño de los males. No sé cuál ha sido mí (y nuestra) singularidad como elemento diferenciador del resto. Pero sobre mi proceso puedo comentar que fue veloz, casi tanto como la irrupción de todo este fenómeno. Fui editando esas composiciones hasta llegar a algo cada vez más simple, en donde los objetos parecen crear una historia independiente a la que tenía planificada. Quizás, que en esta sublínea está la clave de todo esto: ¿de qué sirve planificar hoy? Recluido en la intimidad de actos íntimos, quemar una obra o levantar un estandarte, escuchar una misma canción y encontrarles sentido en la medida que cada uno son fisuras de recuerdos. El mismo lugar por años ahora es desconocido, porque todo es diferente ahora y se hace necesario re-escribirlo, mí (y nuestra) fragilidad entregada al colectivo. Significó encontrar una salida artística para un momento de mucha intensidad subjetiva y colectiva.
"Me (y nos) devolvió la emoción de poder atesorar lo que siempre me (y nos) ha (y han) unido al arte, que es su capacidad de rescatarme (y rescatarnos) de los procesos personales dolorosos para ir en la búsqueda del otro creando un momento de reunión, de solidaridad, de tolerancia y diversidad"
El tema de la igualdad y los derechos estuvo muy presente en la exhibición, ¿cuál es la reflexión en torno a esto?
Existe y seguirá existiendo como respuesta contra-sistémica hasta que todes tengamos un hogar digno para vivir. Casi como un presagio de este relato, finalmente mí (y nuestro) cuerpo desnudo, mi (y nuestro) flujo en sangre, fue oculto fruto de una censura social. En el proyecto solo quedaron los restos, vestigios de la performance, paños manchados, pinturas en rojo, telas que parecen borrones de sangre de un cuerpo que alguna vez estuvo.
Permanece la duda de que es lo que ocurrió con ese cuerpo, donde está, es mí (y nuestro) cuerpo desaparecido. al aire, libre fue una ventana para representar el aquí y el ahora. En estos descalces, en esos errores, aparece otra imagen, o aparece más bien “la imagen” que es fiel a sus propias condiciones técnicas, contrario al amplio concepto de montaje, o el ocultamiento de información que poníamos en cuestión. Esa energía me (y nos) devolvió la emoción de poder atesorar lo que siempre me (y nos) ha (y han) unido al arte, que es su capacidad de rescatarme (y rescatarnos) de los procesos personales dolorosos para ir en la búsqueda del otro creando un momento de reunión, de solidaridad, de tolerancia y diversidad. Desde los mismos relatos emerge la empatía como herramienta colectiva, un telar afectivo y subterráneo a la lógica neoliberal de la competencia.
Me acordé (y nos acordamos) de la sensación de venir de vuelta de una marcha. De una tristeza a veces, o un influjo de energía colectiva (soñábamos como un solo cuerpo). Esta zona contenía la particularidad de activarse en instantes temporales donde el cuerpo de cada persona se manifestaba material y espiritualmente ahí, contenía la situación del DASEIN o Ser- Ahí heideggeriano, ubicándose en espacio y tiempo sin medida (destacando la diferencia entre dos lugares y dos temporalidades absolutamente distintas, intensificadas y distorsionadas por el confinamiento). Trabajando en conjunto para socializar subjetividades que parecen inalcanzables. Destruir en conjunto modelos de estructura que nos dominan y nos niegan como sujetxs. Se armó una constelación similar a una cadena de código genético. Se conectó así lo más personal con lo planetario. Y pudimos sentir lo esencial y simple de la creación como un movimiento que se abre paso hacia el otro, es como puedo (y podemos) sintetizar la experiencia de al aire, libre.
Fue escrito colectivamente por:
Álvaro Oyarzún, Ana Navas, Benjamín Ossa, Constanza Alarcón Tennen, Danny Reveco, Francisco Belarmino, Gabriela Carmona, Gianfranco Foschino, Javier Rodriguez, Juan Castillo, Laura Ibáñez Kuzmanic, León & Cociña, Mariana Najmanovich, Miguel Soto, Pamela Iglesias Carranza, Paula Martínez Pastorino, Paz Errázuriz, Pilar Quinteros, Raimundo Edwards, Rodrigo Arteaga, Rodrigo Castro Hueche, Sebastián Mahaluf, Textileras MSSA (Jessica Figueroa, Paula Castillo, Denisse Flores, Tanya García, Ignacia Biskupovich, Soledad García, Carla Ansaldi, Mayi Valdebenito, Juanita Valdevenito, Roxana Carrasco, Jimena Nuñez), Trinidad Lopetegui, Valentina Maldonado, Victor Hugo Bravo, Voluspa Jarpa, Yo Mujer Quiero (Ana Carolina Tapia, Estela Ortíz, Irene Abujatum, Josefina Guilisasti, Marcela Correa, Marisol Lara, Sandra Radic) and Tiago de Abreu Pinto.
